Actualmente nos encontramos en una crisis sin precedentes del proyecto civilizatorio occidental. La Revolución Científica de los siglos XVI y XVII dio paso a la Modernidad, en cuyo seno se gestó el movimiento filosófico-político de la Ilustración en el siglo XVIII. En el siglo XIX, la Revolución Industrial transformó profundamente la relación de los seres humanos con el entorno y sentó las bases para una extracción salvaje de los recursos de la Tierra en una carrera imperialista-colonialista que culminó en dos guerras mundiales. La Guerra Fría entre el bloque estadounidense y el bloque soviético se saldó con la victoria del primero y la consecuente culminación de un proyecto homogeneizador conocido como la Globalización, ya en el contexto de lo que numerosos pensadores han denominado la Posmodernidad.
En la actualidad, la globalización estadounidense ha fracasado y se abre una nueva fase marcada por la incertidumbre que genera la crisis medioambiental y social producto del capitalismo. La desaparición de la perspectiva de futuro nos encaja en un marco apocalíptico que requiere de una recomposición integral en la que la tecnología juega un papel ineludible. Este taller tiene por objetivo plantear cuestiones en este contexto para elaborar respuestas siempre tentativas que permitan diseñar salidas en clave colectiva, pacifista, diversa y emancipatoria.
Para ello, nos apoyaremos en el trabajo a este respecto del filósofo e informático Yuk Hui, recopilado y traducido por la editorial Caja Negra bajo el título Fragmentar el futuro. Ensayos sobre la tecnodiversidad. Hui propone la noción de tecnodiversidad para abrir un debate sobre la tecnología desde una triple aproximación: filosófica, antropológica e histórica. En cuanto a la filosofía, Hui parte del pensamiento de Heidegger y su reflexión sobre la diferencia entre la techné griega clásica y la “técnica moderna” y la amplía preguntándose si otras culturas como la china, la india, la maya o la inca serían asimilables a la techné griega o necesitarían su propia conceptualización. Para el enfoque antropológico, Hui se apoya en la distinción que Leroi-Gourhan hace entre la “tendencia técnica” que sería común a todas las culturas humanas, y los “hechos técnicos” que serían particulares según cada territorio, para interrogar estos hechos técnicos en busca de aquello que sería distintivo de cada cultura. La aproximación histórica de Hui se pregunta, de la mano del trabajo de Joseph Needham, por qué específicamente en Europa se produjo el desarrollo científico que posibilitó su imposición al resto del mundo a pesar de que otras culturas también contaban con un elevado nivel técnico.
Para escapar de la demencia occidental que oscila entre la vuelta a un estadio premoderno y una desregulación salvaje, envuelto en delirios transhumanistas que niegan las limitaciones reales y materiales de nuestro entorno, Hui propone generar una visión radicalmente cosmopolita que amplie los horizontes marcados por la cultura monotecnológica occidental e integre la diversidad tecnocultural de otros territorios en pos de establecer vínculos sociales y naturales que posibiliten habitar la Tierra.